5 de julio de 2011

7 LECCIONES TRAS LA ELECCIÓN DEL 3 DE JULIO EN EL EDOMEX

Por Jaime Duarte Mtz.

Lunes 4 de julio de 2011.

Los comicios de ayer en el Estado de México para elegir gobernador en la entidad arrojan distintas e interesantes lecturas para los diversos actores involucrados en el proceso electoral. Aprender de los errores y aciertos propios y ajenos cometidos en campaña por los candidatos y los partidos políticos que los postularon, siempre será un ejercicio sano en toda organización humana que desee mejorar y, claro está, de una democracia como la nuestra que todavía está en camino de maduración.

1. Peña Nieto fortalece su poder; la fórmula “Eruviel Ávila”, acertada.
El Revolucionario Institucional logró superar el escenario de fractura que se presentó durante el proceso de selección interna de su candidato luego de que el gobernador designara al alcade de Ecatepec, Eruviel Ávila Villegas, en vez del munícipe de Huixquilucan, Alfredo Del Mazo. (Ávila había amagado con romper con su partido de no ser “el elegido” y la oposición coqueteó con él). Enrique Peña Nieto optó por una carta distinta a la que el priísmo mexiquense y los analistas esperaban en la persona de Del Mazo (heredero, con Peña, del grupo Atlacomulco). Y no obstante el descontento que esto generó también –especialmente entre algunos ex gobernadores que se sintieron traicionados—, la “línea”oficial de la mano de las negociaciones se impuso.
Eruviel se mostró con una imagen joven y cálida, cercana a la gente –a diferencia de sus rivales— lo que sin duda también abonó en su éxito. Su actitud propositiva y no confrontativa con la oposición, le ayudó igualmente en su propósito. Aunque su lema de campaña “Piensa en grande” fue criticado por “plumas” y círculos académicos e intelectuales, gustó mucho en segmentos de la población de niveles socioeconómicos bajos. Y su rotundo éxito también se palpó en la enorme cantidad de apoyos que recibió en Twitter, Facebook y YouTube.
Con un triunfo histórico, apabullante, del 62.2% de los votos a favor de la coalición “Unidos por ti” (PRI-PVEM-PANAL) y un margen de más de 40 puntos de diferencia frente a su más cercano competidor, Peña Nieto no solo despeja incógnitas en el priísmo respecto a su acertada decisión, sino que le demuestra a la oposición que el dominio del PRI en el Estado de México podría durar más de 100 años y que la “silla presidencial” en 2012 está más cerca que nunca. [Véase: http://elecciones-2011.org.mx/rptDistrital.html].
La enorme popularidad de Peña Nieto, más sus acciones de gobierno, más el respaldo de los diferentes sectores sociales (entre estos el sindidato de Elba Esther Gordillo), más la propia estructura del gobierno estatal abonaron igualmente al triunfo de “Unidos por ti”.


2. La vieja “maquinaria” electoral del PRI, la “prituradora”, demostró estar más que aceitada y lista para el 2012.
La movilización de su estructura terrestre, la distribución de su propaganda política, la difusión del mensaje en los medios de comunicación audiovisuales y la penetración de la imagen y propuesta del candidato en las redes sociales funcionó a la perfección. Se trató de una estrategia electoral exitosa, sumamente agresiva. El ex alcalde de Ecatepec fue conocido en los 125 municipios del estado, lo que no lograron los abanderados de la oposición ni en sus propios feudos. (Por ejemplo, la gente de Naucalapan no sabía quién era Luis Felipe Bravo Mena, del PAN).
El excesivo gasto económico destinado a las campañas de los partidos –visiblemente más recursos invertidos en el PRI— deberá revisarse por las autoridades electorales competentes no únicamente por motivos de justicia o equidad conforme a la ley, sino por cuestiones de sentido común y de ética política.
La oposición tendrá ahora la ardua labor de presentar a las autoridades del Tribunal Electoral la “compra de votos”, la entrega de desepensas, el rebase del tope de los gastos de campaña del PRI, el apoyo de la policía estatal (ASE) y demás irregularidades que –afirman— favorecieron la victoria de Eruviel Ávila. Se ve muy difícil comprobarlo.
Luis Videgaray, el presidente del PRI del Edomex, demostró ser un importante estratega y operador; seguramente será bien recompensado en el gabinete del gobierno local de Eruviel o de Peña Nieto (de ganar la Presidencia de la República).


3. El escándalo político, la inseguridad pública y las fuerzas de la naturaleza, no determinaron el resultado de la elección.
Los conocidísimos casos de la reununcia del procurador Alberto Baz Baz (por sus errores en la investigación de la niña Paulette), los feminicidios e incremento de los secuestros y robos en la entidad como acusó la oposición, y la aprehensión de Jorge Hank Rohn, sumados al escándalo del extraño enriquecimiento de Vicente Chaires (coordinador administrativo del CEN del PRI y amigo de Humberto Moreira) y hasta las inundaciones en Ecatepec en vísperas de la elección, la mayoría de estos sucesos escenificados en el marco de la contienda electoral, no constituyeron finalmente un “voto de castigo para el PRI” como algunos medios y líderes de opinión advirtieron en su momento.
Desconocimiento o pecata minuta, habrá que esperar que el Insituto Electoral del Estado de México (IEEM) publique las cifras finales para saber si las “lluvias atípicas” en Ecatepec, por ejemplo, como en algunos otros municipios de nuestra entidad, afectaron o no la votación histórica del PRI en los bastiones que hoy gobierna; esto, porque la prensa advirtió tras las inundaciones en el oriente de la entidad que “más de 60 mil votos estaban en peligro” (al referirse tanto al malestar ciudadano como a la quema de propaganda de Eruviel Ávila).


4. El abstencionismo sigue siendo un importante rival a vencer.
De los 10’555,606 electores en la entidad, conforme al listado nominal, participaron 4’584,299 mexiquenses, es decir, el 43.43%; el resto, un 56. 57% decidió no salir a votar y 386,335 personas anularon su voto (un 3.66%). ¿Por qué?
Desde hace ya varios años diversas investigaciones demoscópicas muestran cómo los partidos políticos ocupan los últimos lugares en credibilidad en México. Por ejemplo, desde el año 2004 en el que la empresa Motofsky mide cuál es el nivel de “Confianza en las instituciones”, es posible observar que los sindicatos, los diputados, los senadores y los propios partidos son rechazados mayoritariamente por los ciudadanos –a diferencia de las universidades, la Iglesia y el Ejército que gozan de gran credibilidad entre los mexicanos.
Pasará mucho tiempo para que las fuerzas políticas en el estado –y en el resto del país— dejen atrás su pésima imagen pública. Mientras la corrupción, el enriquecimiento ilícito e inexplicable de los funcionarios, el dispendio, los altos sueldos en el sector público y los escándalos políticos continúen, la percepción ciudadana no cambiará.
El desprestigio de “la política” y “lo político” exige que sus protagonistas se reinventen y cambien radicalmente su actuación. La posibilidad de elegir ahora a candidatos ciudadanos (apartidistas) como una alternativa lícita de superar la “partidocracia”, se ve aún lejana, más aún, “imposible” mientras el PRI tenga la mayoría en el Congreso y se niegue a apoyar la reforma política, pospuesta por su bancada en mayo (a indicación de Peña Nieto, como acusó el PAN).


5. La frustrada alianza no hubiera garantizado la victoria electoral de la oposición.
Aunque no se concretó la alianza PAN-PRD en la entidad –tras haber demostrado su eficacia en otras entidades del país al haber derrotado al PRI— los resultados preliminares del IEEM –con el 99% de las casillas— nos indican que, en caso de haberse sumado los votos obtenidos por ambas fuerzas políticas más los del PT y Convergencia, a la oposición no le hubiese alcanzado para superar al PRI-PVEM-PANAL; Eruviel lleva 2’856,414 votos, frente a 1’532,287 sufragios de Alejandro Encinas y Luis Felipe Bravo Mena, una diferencia de más de 1’324,127 votos.
Asimismo, el proceso de discusión entre las dirigencias del PAN y del PRD para lograr ese acuerdo político que concretara la “alianza ganadora” estuvo marcado de topiezos; en pocas palabras no cuajó, fue muy desgastante para la oposición y se llevó meses su discusión (tiempo valiosísimo para preparar adecuadamente una campaña de tan solo 45 días).
La idea de ver a PAN y PRD juntos en la boleta, “unidos” por un candidato común –escogido por ambos partidos con una ideología, historia y plataforma diametralmente distinta—provocó desde el principio un gran escozor y escándalo entre los miembros y simpatizantes de los institutos políticos; se preguntaban: “¿Que no era acaso López Obrador un peligro para México?” Las dirigencias partidistas nunca consultaron a sus “bases” ni tampoco se preocuparon de explicarles cuáles eran los límites y alcances de dicha alianza.
Esta “crisis” perceptual de identidad fue hábilmente aprovechada por los líderes del PRI local y nacional al criticar la medida y advertir en los medios que no era posible, jamás, mezclar “el agua y el aceite”. Además, Andrés Manuel se encargó por su parte de dinamitar la alianza al criticar públicamente las negociaciones de los “chuchos” con el PAN (partido del “espurio”), lo que suscitó no solo divisiones internas en la izquierda perredista sino incluso duras acusaciones de “traición” al movimiento MORENA y al “presidente legítimo”.
De este modo, Jesús Zambrano y Jesús Ortega terminaron cediendo a las presiones internas del ala radical del perredismo y del PT, y dejaron “colgados de la brocha” a Bravo y al PAN, poco antes de iniciar las precampañas.


6. EL PRD se afianza como la segunda fuerza política.
Alejandro Encinas Rodríguez, por la coalición “Unidos podemos más” (PRD-PT-PCD), logró en el discurso político y en las urnas enviar al Partido Acción Nacional a un penoso tercer sitio.
Con una imagen personal de “bonachón” y de experiencia política –dadas las características físicas de su cuerpo y su trayectoria por el gobierno del Distrito Federal, acompañados de su adecuada comunicación verbal— atrajo el voto de muchos ciudadanos indecisos. Sin embargo, su manejo de los “medios alternos” (las redes sociales en internet) fue muy limitado y poco creativo. Respecto a su estrategia aérea (medios visuales en las calles), consiguió ser conocido aún en los propios bastiones panistas (que no votaron por él, pero lo ubicaron perfectamente, a diferencia de Bravo Mena).
Cada vez que tuvo oportunidad, como en el segundo debate en el IEEM, “el santaclós amarillo” (como así le apodaron) enfiló sus ataques al partido en el poder y su estrategia le funcionó. Sin embargo, aunque Encinas alcanzó más de 966,627 sufragios en el Estado de México (cifras igualmente históricas para la izquierda mexiquense, el 21.12%), el PRD se quedó aún muy, muy lejos de sus pretensiones.
La frustración en el “sol azteca” por los resultados adversos llevó a Encinas a anunciar el inicio de “movilizaciones” contra la “elección de estado”, orquestada por el gobernador –una medida que más que revertir los resultados de la elección del 3 de julio lo que busca es mantener “vivo” el movimiento opositor de López Obrador (MORENA) y dejarle lista una plataforma de apoyo para su posible candidatura presidencial.
Pero el PRD y la izquierda se dieron cuenta de que aún no tienen la fuerza electoral suficiente en el Edomex para aspirar realmente a grandes cosas.

7. La marca “PAN”, devaluada.
Si bien todas las encuestas ya advertían del resultado adverso para Luis Felipe Bravo Mena (“crónica de una muerte anunciada”), la magnitud de la derrota panista fue terrorífica: La votación del PAN cae alrededor de 12% respecto de los últimos comicios de 2009 y 22 puntos respecto a la elección de 1993; tenía 25% en 2005 y, ahora, en 2011 bajó a 13 puntos. Y si se mide con el porcentaje de sufragios de Eruviel, pues la comparación es abismal: ¡50 puntos porcentuales de diferencia! ¿La razón?
Comparto la opinión de más de un analista político que sostiene que los resultados negativos del gobierno calderonista en materia económica y de seguridad, desde un punto de vista perceptual, se vieron reflejados en esta elección, sumados a otros importantes factores como la imagen desfavorable del candidato y a los errores propios del blanquiazul.
Bravo Mena, una persona decente e inteligente (visto como la carta del presidente Felipe Calderón para el Estado de México) no logró seducir con sus propuestas ni imagen pública al elector, ni siquiera al voto duro panista. Se percibió en el primer tramo de su campaña cansado, débil y acartonado, como también lejano a la realidad social y frío, distante; así se reflejó en su propaganda. Pese a que modificó su actitud personal y la fuerza de su discurso en mitines y ante los medios –una de sus fortalezas— no consiguió su objetivo. A esto debe agregarse:
Publicidad incolora, inodora e insípida (no había claridad en su posicionamiento ni en su lema “Ya es justo”); endeble estructura estatal; campaña de “brazos caídos” debido a la inconformidad en la selección del abanderado (división interna); falta de coordinación o desorganización entre el equipo de campaña y el Comité Estatal; pobre y tardío apoyo económico del CEN; errada estrategia de campaña al no focalizarse en los municipios panistas (“ni sus propios vecinos lo conocían”) y el anunciado “relanzamiento” de la misma no logró el “golpe de timón” esperado; ausencia de la dirigencia nacional del partido en el arranque de la campaña, como la ausencia de los 7 “suspirantes” panistas al inicio y al final (me refiero luego de los comicios el día de ayer para acompañar a Luis Felipe Bravo en la derrota); la contratación de pseudoespecialistas en las distintas áreas de la campaña; tibia actitud del candidato en ambos debates para enfrentar al viejo sistema priísta (y golpear en su lugar a Encinas), dictada por un reducido equipo de asesores, etc. En fin… Todo lo anterior dio motivo para que los medios calificaran a la campaña de Bravo como un “desastre”. (Hasta criticaron la falla del micrófono que usó ayer para informarnos que los resultados de la jornada electoral no le favorecían).

¿Qué sigue ahora para el PRI, el PAN y el PRD?

PRI
En el PRI Eruviel Ávila deberá ahora: a) trabajar en la conformación de su nuevo gabinete de gobierno, fruto de las negociaciones previas con Peña Nieto y sus compañeros finalistas de la selección interna (Videgaray, Del Mazo, Nemer, Ávila); b) atender los compromisos (“regalos” y “chambas”) que ofreció a sus estructuras priístas en todo el estado, y c) cumplir a partir del 16 de septiembre (fecha en que tomará posesión como gobernador) con sus más de 6 mil compromisos de campaña.
Y respecto a Enrique Peña Nieto, este se dedicará a preparar con calma su faraónico 6º y último Informe, preparar su triunfal salida del Palacio de Gobierno en Toluca y negociar con el CEN del PRI que el senador Manlio Fabio Beltrones frene sus ansias presidenciales y le levante la mano como su abanderado oficial, en aras de la unidad y del triunfo del priísmo.

PRD
La derrota del candidato de la coalición desató ya una nueva batalla de acusaciones entre las “tribus” perredistas; los “chuchos” y la dirigencia del PRD en la entidad acusan ahora a López Obrador de ser el “culpable” del triunfo de Eruviel debido a que se opuso a la construcción de la alianza con el PAN. De crecer el malestar intestino se podría fracturar la frágil relación Ebrard-AMLO y, por ende, dividir totalmente a la izquierda en miras del 2012.
Fruto de la frustrada alianza ya comentada, Guadalupe Acosta Naranjo (ex candidato del PRD al gobierno de Nayari), se quejó de la imposición antialiancista de Andrés Mauel y deslizó la idea que su partido y el PAN vayan juntos para las elecciones federales del año entrante.
Veremos si la izquierda logra superar su propia frustración, abandonar su trillado y poco creíble discuro de “fraude electoral”, evitar la división interna de las “tribus”, elevar la calidad de sus propuestas y diseñar una estrategia política eficaz que siga sumando y no restando adhesiones a su causa.

PAN
En los próximos días veremos si el CEN del PAN, luego de la autocrítica y evaluación que realice sobre los procesos electorales en Nayarit, Coahuila y el Edomex (y de la “locomotora” que lo aplastó en esta última entidad), toma medidas serias si desea ganar en Michoacán, pero sobre todo, evitar el escenario indeseable de una catástrofe en 2012, con su salida de Los Pinos tras una década de “cambio” e incipiente “transición” política a la democracia. La exigencia de renuncia de la dirigencia nacional y local es una salida fácil pero equivocada e inútil; los culpables son todos: gobierno federal, dirigentes y miembros.
Pero el asunto es sumamente serio para Acción Nacional: el llamado “corredor azul” quedó prácticamente destrozado. Eruviel Ávila devastó la zona; la ventaja que obtuvo en municipios como Naucalpan, Tlalnepantla y Atizapán fue de hasta 5 a 1.
El 3 de julio marca, electoralmente hablando, el “principio del fin” del panismo en el poder y el declive de Felipe Calderón Hinojosa, si no ponen manos a la obra para evitarlo.
Rectificar sus propios errores y recuperar el terreno electoral y cultural perdido, particularmente de 2009 a la fecha, implica un reto enorme para Acción Nacional, el gran perdedor del 3 de julio.
Derruir la poderosa –cuestionable o no— marca “PRI”, no solo se antoja hoy difícil sino imposible con las herramientas materiales y humanas que posee el PAN.
La necesidad de contar con una estrategia electoral ganadora, creativa y poderosa; de saber comunicar los pocos o muchos logros de gobierno; de posicionar mejor su mensaje “humanista”; de contar con verdaderos profesionales y expertos en cada área; de tener sangre nueva y talento; de formar y renovar su cuadros y dirigentes y de unir a los distintos grupo antagónicos; de persuadir a la población abstencionista y a la Opinión Pública; de atraer a la juventud; de renovar el entusiasmo tras la dolorosa derrota, y ser más generoso, etc., es más urgente que nunca.
Si Creel, Josefina, Emilio, Cordero, Lujambio, Lozano y Heriberto no acuerdan pronto con Madero y Calderón quién de ellos tiene el perfil y los medios idóneos para enfrentar a Peña Nieto y a su “prituradora”, ya podríamos cantar (exactamente un año antes) la victoria tricolor en 2012.
Mientras tanto, el tiempo corre y corre…
El PRI está de vuelta (nunca se fue); nos guste o no.

Jaime Duarte Mtz. es consultor en imagen pública del despacho SIGNUMS, investigador sociopolítico, profesor de Opinión Pública, conferencista, autor de dos libros y Presidente de la Asociación Mexicana de Consultores en Imagen Pública (AMCIP).

30 de abril de 2011

El Congreso, un lastre para México; su imagen y confianza, por los suelos

Por Jaime Duarte Mtz.
Consultor en Imagen y Reputación
Terminó ayer el período ordinario de sesiones del Congreso de la Unión sin avances concretos en la reforma laboral, reforma política, y Ley de Seguridad Pública. En el mismo sentido, los legisladores tampoco aprobaron a los Consejeros del IFE (un tema igualmente relevante en función de la elección presidencial del año entrante). Y es que Diputados y Senadores tuvieron tres meses para analizar, discutir y aprobar estos temas y otras importantes reformas políticas y jurídicas que le urgen al país.

Si bien es cierto que el Grupo Parlamentario del PRI fue el partido que, en ambas Cámaras, impidió la concreción de tales reformas, la realidad es que la opinión pública juzga al resto de los partidos como igualmente culpables de la "parálisis" legislativa. Y es que desde hace ya varias legislaturas atrás, el Congreso nada más no se pone de acuerdo en hacer caminar las llamadas reformas estructurales (agreguemos igualmente la energética y la fiscal).

"Nuestros queridos" políticos "viven en otro planeta", "no tienen prisa", "solo piensan en sus propios intereses", "se la pasan peleando", son comentarios ciudadanos que se leen y escuchan en los medios todos los días y en todas partes. Además, agregan, "ya están pensando en qué hueso agarrar para las elecciones entrantes".

Y así, los problemas en México se acumulan y acumulan, crecen y crecen sin fin.

Se entiende mejor por qué los partidos y diputados siguen ocupando los últimos lugares en credibilidad y confianza en México (de acuerdo con el "Índice de Confianza en las Instituciones", encuesta realizada desde 2004 a la fecha por la empresa Mitofsky).

Pero no únicamente la opinión pública y el ciudadano de a pie descalificamos los nulos resultados de los legisladores, también reprobamos sus métodos ineficientes y procedimientos insensibles. ¿Por qué?

Por ejemplo, en el Senado de la República, durante las discusiones de la reforma política, diversos medios publicaron fotografías de senadores viendo películas y fotos en su iPad, o bien, fueron pillados haciendo uso de su celular. Es decir, dieron muestras de no estar atentos a las discusiones o de no importarles el tema. Asimismo, fue evidente su contradicción e incongruencia en esta misma semana, al señalar en el dictamen de dicha reforma su disposición a darle mayor poder al ciudadano, pero ¡soslayaron más de 4 millones de firmas de ciudadanos que expresaron su rechazo a los candidatos "plurinominales"!

A esto sume usted los manjares que degustaron mientras discutían las reformas, lo cual comunica insensibilidad hacia los que menos tienen. ¡Ah! Sin olvidar el desembolso de 3 mil millones de pesos por una nueva sede ¡que no funciona y que pagamos de nuestros impuestos!

Y en cuanto a lo que pasó en el palacio Legislativo de San Lázaro, ayer los diputados del PAN y PRI encabezaron un duelo de mantas, donde los primeros acusaron al tricolor de frenar las reformas y, los segundos, denostaron al presidente Calderón por la pobreza, el desempleo y los asesinatos violentos en su sexenio. La TV y la prensa nacional mostraron cómo, entre gritos y desorden, cada bancada desplegó sus gigantescas mantas.

Y existen muchas, muchas más evidencias de su incompetencia general; ya ni quién quiera acordarse  de los shows y circo protagonizados en la "máxima triubuna de la Nación" por los petistas y perredistas (seguidores de López Obrador) y de su "bufón", Gerardo Fernández Noroña.

En fin... se abre ahora un lapso de cuatro largos meses para que, en el siguiente periodo legislativo de septiembre, los Diputados y Senadores retomen todos los pendientes que dejaron; ya veremos si existe o no la voluntad política para sacarlos adelante, cuando ya algunos de ellos habrán solicitado licencia para buscar algún cargo de representación popular y enfilado sus baterías para participar en la elección presidencial de 2012.

Los ciudadanos no debemos permanecer solo como espectadores, en necesario estar bien informados, opinar y participar activamente pues, a fin de cuentas, somos realmente los "patrones" de los políticos y México es nuestro hogar.

¿Qué opina y siente usted al respecto?

(Fotos de los diarios Reforma y Excélsior)

22 de febrero de 2011

LA REPUTACIÓN, ESCUDO IMAGOLÓGICO DEL PODER ANTE EL ESCÁNDALO POLÍTICO

La imagen, la marca personal, la popularidad, la gobernabilidad y el escándalo en los gobiernos de Fox, Lula, Piñera, Castro, Chávez, Uribe, Clinton, Berlusconi, Nixon, Reagan y Obama.*

por Jaime Duarte Mtz.
@JaimeDuarte
www.jaimeduarte.com.mx

Imagine por un instante que usted acaba de ser electo presidente de la República. Ganó con un estrecho margen; convenció hasta los más escépticos. Goza de un alto prestigio y reconocimiento público en las encuestas no sólo en su ciudad de origen, sino en toda Latinoamérica dado su carisma e impecable trayectoria profesional y laboral. Tiene una linda familia y hermosa esposa. Todo marcha de maravilla en su gobierno, no enfrenta grandes sobresaltos; nada complicado qué resolver. Pero un día la prensa publica en la primera plana de los diarios una nota reveladora y ¡demoledora!: una fotografía íntima suya, explícita, ¡con otra mujer! La evidencia es irrefutable y le lleva a la Opinión Pública a cuestionarle seriamente su integridad personal, su fidelidad a su cónyuge y su honorabilidad como autoridad. La oposición lo hace trizas. La foto le fue tomada por un “amigo” suyo en una reunión privada y en estado de ebriedad, siendo usted ya mandatario en funciones. ¡Ni siquiera se acordaba! ¿Qué hará usted ahora? ¿Cuál será su futuro?

Para comprender brevemente algunos casos positivos y negativos de líderes o ex líderes políticos en América y Europa cuya conducción personal traspasó su esfera privada e irrumpió en la dimensión pública -por motivos de diversa índole- conviene hacerlo bajo el tamiz de seis elementos esenciales, muy estrechamente vinculados entre sí:

1. La gobernabilidad y la popularidad como retos y anhelos del líder político
Uno de los mayores retos de las democracias jóvenes y maduras lo constituye, sin duda, el garantizar la gobernabilidad y la gobernanza de los Estados. Al mismo tiempo, una de las pretensiones de los gobernantes lo es el contar con el apoyo de sus ciudadanos, dirigido este no solo a respaldar favorablemente sus respectivos programas, políticas y acciones de gobierno, sino también a evaluar positivamente sus personas. En otras palabras, “gobernabilidad” y “popularidad” son hoy, por tanto, binomio y sinónimo de éxito político en el mundo occidental; aspiración legítima de todo Jefe de Estado o de Gobierno. Pasar a la historia como un verdadero “estadista” es el sueño de todo mandatario.

Vicente Fox logró vencer un régimen antidemocrático de 70 años en el poder en México, pero no fue un estadista. Alcanzó niveles envidiables de aceptación como persona dado su carisma (bajó un poco al final de su mandato), pero fue reprobado como gobernante. Pensaba que el ser apreciado por la ciudadanía era sinónimo de buen gobierno; se equivocó. Lula, en cambio, sí es considerado un estadista por los resultados que logró en Brasil. En regímenes dictatoriales como Cuba y Venezuela, la gobernabilidad está asegurada por ahora de manera coercitiva y la popularidad de Raúl Castro y Hugo Chávez va en franco descenso. Populismo y popularidad no son lo mismo.

2. La imagen pública del gobernante como pieza relevante en el ejercicio del poder
Síntesis de otras materias como el marketing, la publicidad, la neurociencia y la psicología, entre otras, y definida por algunos como “percepción compartida que provoca una respuesta colectiva unificada”,[i] la Imagen Pública es hoy una novedosa disciplina al servicio de las personas, marcas, productos, instituciones o países que pretendan manejar adecuadamente su comunicación. Por ende, no es un asunto frívolo o una moda; se trata de una poderosa herramienta que diseña estrategias perceptuales inteligentes las cuales guían al político, por ejemplo, a convencer mejor a sus gobernados. Sea verbal o no verbal el mensaje enviado por el gobernante –donde éste último tiene una eficacia del 93%- lograr una imagen cercana, atractiva, exitosa, triunfadora, popular, etc., fortalece su capacidad de influencia, persuasión y autoridad moral en el ejercicio cotidiano del poder. La imagen construye reputaciones con el tiempo; logra distinción y aceptación también.

Barack Obama logró lo increíble: ser el primer presidente de raza negra de Estados Unidos e impactar al mundo gracias a su magnetismo natural, dotes de orador, telegenia en los medios y estupendo lenguaje corporal; imágenes combinadas que hicieron de él un paradigma y gigante mediático global[ii].

3. La “marca personal” del mandatario ligada a la marca exitosa de su país
El líder político deja impresa su marca o huella personal de forma indeleble en la mente del público (el nuevo campo de batalla imagológico). Así, detrás de su nombre, promesa e imagen pública como self-brand, existe una personalidad única que reúne valores, creencias, capacidades… y está llamada a cubrir necesidades, valores o aspiraciones; demandas justas de sus gobernados. En consecuencia está obligado a gestionarla.[iii] Pero de forma simultánea su marca política influye en la imagen y marca de su país, y es reflejo de ésta también. Si su Estado está posicionado de manera positiva en el mundo -por su cultura, territorio, leyes o población- su gobierno y persona se verán beneficiados en consecuencia, aunque por fortuna no necesariamente ocurre lo contario en la realidad: el que una pésima imagen y opinión de un gobernante en el exterior dañe la percepción pública de la “marca país” (su nación). La gente sabe separar a un bello país de su mal gobierno.

Sebastián Piñera entendió perfectamente esta simbiosis y logró, con su respaldo y presencia pública en el rescate de los 33 mineros, no solo aumentar su popularidad política de manera impresionante, sino unir a Chile, ponerla de nuevo en el mapa mundial y meterla en el corazón de la humanidad. Aunque la situación es distinta, la popularidad de Lula Da Silva al dejar el poder (con un 87%) va de la mano con el éxito económico de Brasil, percibido como la primera potencia de América Latina. Guste o no, la imagen pública de Lula es aún enorme. Y ¿qué decir de Álvaro Uribe? En casi diez años que logró asestar golpes a las FARC y reducir la inseguridad,  aumentó el número de turistas y divisas en Colombia. Su campaña de marca país “Colombia es Pasión” contribuyó en gran medida a mejorar la percepción de su nación a los ojos del mundo.

4. El escándalo mediático como destructor de la credibilidad y la confianza, erosiona el poder
Sin embargo, en la noble tarea de lograr el bien común de sus gobernados y el fortalecimiento de su propio liderazgo político, las autoridades se ven envueltas con relativa frecuencia en escándalos mediáticos de distinta naturaleza que no únicamente ponen en duda su credibilidad y vulneran la confianza ciudadana, sino que de paso debilitan las instituciones oficiales que representan y llegan a amenazar, incluso, la misma estabilidad y seguridad nacional estatal. Si bien es cierto que algunos mandatarios logran enderezar el barco del país –no sin grandes esfuerzos y elevados sacrificios para su pueblo- no muchos de ellos consiguen al final recuperar su popularidad o restaurar su imagen pública inicial. Sus debilidades o transgresiones morales provocadas por sexo, dinero o poder[iv] terminan igualmente por dañar su marca personal y minar, poco a poco, el respeto a su investidura presidencial.

Dentro de los escándalos políticos sexuales podemos señalar el caso de William J. Clinton con Monica Lewinsky como el más sonado, pero recientemente también los del primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, con “sus mujeres”. Clinton salvó su gobierno y su matrimonio porque públicamente pidió perdón y su país se lo aceptó. Il Cavaliere, pese a sus excesos, mantiene una popularidad de casi el 50% (otras encuestas le dan hasta el 60% de aceptación), que hace suponer que no ofrecerá disculpas a su país liberal ni al Papa ni tratará de reconciliarse con sus ex esposas. No obstante Roma ni Washington son iguales, Berlusconi no podrá evadir en su momento el juicio moral, legal o electoral en las urnas.

Respecto a los escándalos en Estados Unidos está el Whitewater en el ámbito financiero, pero por su magnitud en el tema del poder sobresalen el Watergate que lleva a Richard Nixon a renunciar a la presidencia, y el Irangate en el que Ronald Reagan vio disminuida su popularidad tras ocultar la verdad en la venta de armas a Irán (del 67% al 46%), pero volvió a recuperarla tres años después (con el 64%).

5. La Opinión Pública ejerce, con los medios y la oposición, una “presión psicosocial” sofocante
Más aún, la vigilancia permanente e implacable de su actuación pública y privada por los medios de comunicación con sus rápidos, versátiles y revolucionados tentáculos tecnológicos, sumada a una sociedad civil más demandante y organizada, a una Opinión Pública[v] más atenta, crítica o exigente, y a una oposición dispuesta a no perdonar cada error de su rival, obliga a los “emisores” de la élite del poder, los gobernantes, a revisar y cuidar con más énfasis su conducta privada y ética personal. El mandatario está -dada su investidura y significado simbólico- dentro de una enorme caja de cristal (a modo de “Big Brother”) vigilado las 24 horas del día por cámaras y micrófonos listos para grabar todos y cada uno de sus movimientos. Millones de ciudadanos convertidos en paparazzis indiscretos, azuzados por líderes de opinión con y sin escrúpulos, están a la caza de ese audio o video comprometedor que eleve el tiraje o rating de sus medios. El escándalo mediático, magnificado por el “cuarto poder”, es un modo alternativo de socavar el poder ejecutivo, seducir, chantajear y… ¡vender!

¿Qué tal el terremoto político internacional provocado por Wikileaks? El “terrorismo informático” de una sola página web golpeó severamente la popularidad y el liderazgo “inmaculado” de Obama, sacudió la estructura de inteligencia estadounidense, cuestionó la política exterior de la Casa Blanca e irritó a los mandatarios ¿amigos? de Hillary y Washington. ¡Todo un acontecimiento mediático desnudó al país más poderoso del planeta! Y el show no ha terminado todavía.

6. La “reputación política”: escudo imagológico y arma moral de todo gobernante
Así como en el último decenio registramos en las empresas la creciente ola de la “reputación corporativa”,[vi] interesada esta en ver más allá del aspecto monetario inmediato, o sea, enfocadas ahora a “generar confianza” en el cliente, en el mundo de la política se hace urgente retomar este concepto para recuperar, primero, la confianza ciudadana al ir más allá de los propios intereses partidistas y, segundo, fortalecer la imagen pública de la clase política dominante en su conjunto; en otras palabras, resarcir la “marca personal” de los gobernantes y posicionar mejor en el mundo la “marca país”. La “reputación política”, entonces, al tener su asiento en el valor esencial (bien ser), el valor funcional (bien útil), el valor emocional (bien afectivo), y el valor social (bien hacer), forma un núcleo compacto que sirve de sustento del poder y defensa política contra todo tipo de amenazas provenientes de la oposición o de los medios de información. La Opinión Pública es finalmente atraída y rendida ante los mandatarios porque quienes están a la cabeza del gobierno son ahora personas con sólidas bases morales, invulnerables a los escándalos; cumplen sus compromisos de gobierno o promesas de campaña; son competentes en su labor y gestión; son humanos en el ejercicio público, y se ganan el afecto y estima de los ciudadanos. La fama, en una palabra.

Comunicadores, imagólogos, publicistas, mercadólogos y encargados de relaciones públicas, tenemos la enorme responsabilidad de prestar un servicio profesional útil a los hombres y mujeres del gobierno con el fin de velar por el prestigio, la credibilidad y la reputación de las personas, las autoridades públicas y las instituciones aunque no siempre tengamos la necesidad de atender crisis coyunturales ocasionadas por líos de faldas, corrupción o abusos de poder. Trabajar por construir marcas personales, institucionales y de países, reputadas y poderosas, considero que debe ser parte sustantiva de nuestra misión.


[i] Víctor Gordoa, El poder de la imagen pública, Ed. Edamex, México, 2002.
[ii] Recomiendo consultar: Rupert L. Swan, El método Obama. Las 100 claves comunicativas del hombre que ha revolucionado el mundo, Ed. Random House Mondadori, Barcelona, 2009.
[iii] Roberto Álvarez del Blanco, Tú Marca personal, Ed. Pearson Educación, Madrid, 2008.
[iv] Una magnífica obra que explica muy bien el escándalo como fenómeno digno de estudio es la de John B. Thompson, El Escándalo político, Ed. Paidós, Barcelona, 2001.
[v] El término “presión psicosocial” es usado por Raúl Rivadeneira Prada, en La Opinión Pública, Ed. Trillas, México, 1976.
[vi] Justo Villafañe, La buena reputación. Claves del valor intangible de las empresas, Ediciones Pirámide, Madrid, 2004. Asimismo, recomiendo conocer los trabajos de gestión realizados por el Reputation Institute: www.reputationinstitute.com


* Artículo publicado en la revista Imagen y Comunicación
febrero 2011, República del Perú, bajo el titulo "El efecto de la vida personal en la imagen pública: casos de presidentes y ex mandatarios". Ver la revista en PDF:

4 de febrero de 2011

El trágico proyecto del obispo Samuel Ruíz García

Fuente: Reflexión Semanal, Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPOS), 31 enero 2011. www.cepos.org.mx

Por Federico Müggenburg

El lunes 24 de enero de 2011 murió el obispo Samuel Ruiz García, la figura más emblemática de la disidencia eclesiástica en México, después del obispo Sergio Méndez Arceo. La determinación con la que ordenó, que una vez fallecido, de inmediato se le trasladara a la catedral de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, para ser expuesto al reconocimiento de los pobladores, marca la intención definitiva de ser recordado por sus cuarenta años al frente de esa diócesis, e identificado como el propulsor de un “proyecto” de “iglesia ideologizada” que nunca correspondió a la naturaleza y realidad que quiso su fundador, Cristo Jesús, y desde San Pedro su vicario, y los Papas que le han sucedido sin interrupción, preservándola en la fidelidad e identidad histórica hasta el final de los tiempos.

Las expresiones más características del proyecto samueliano, de sus inspiradores, operadores y protectores abiertos y encubiertos, se configuran en tres postulados: “teología india”, “iglesia autóctona” y “sacerdocio uxorado”. Es necesario reconocer y señalar los antecedentes que le sirvieron de base: el proyecto de la “iglesia diaconal” de Iván D. Illich Regenstreif, publicado en 1967, luego el proyecto de la “iglesia sin parroquias” de Andrés Aubry, publicado en 1973, hasta llegar al propósito actual de la “iglesia autóctona”, remotamente iniciado en 1975, presentado con gran formalidad en 1993. El fruto (amargo) más notable de ese proyecto ha sido la demoledora caída de los bautizados de la diócesis con una evidencia brutal, al haber pasado de un histórico promedio de 3% desde enero de 1960, cuando llegó Samuel Ruiz, hasta el año 1986, cuando empezó la debacle, hasta alcanzar al 33% de no bautizados en enero del año 2000.

La pregunta ante un drama tan evidente es: ¿Cómo fue posible que un “pastor” perdiera la tercera parte de sus ovejas en un período tan corto? Y la respuesta es muy clara. Cuando se confía en las “propias fuerzas”, el posible éxito o fracaso de la misión evangelizadora y no en la acción del Espíritu Santo, se multiplica y agranda el error. Haber recurrido a explicaciones sociológicas, antropológicas, estructuralistas y antisistémicas ideologizadas, llevaron a un fracaso tras otro, hasta el extremo de buscar la justificación con un “modelo nuevo”, que supuestamente se funda en el Concilio Vaticano II, aunque realmente lo es en la vertiente de la “hermenéutica de la ruptura”, como oportunamente explicó Benedicto XVI en las vísperas de Navidad del año 2005. Aquí no se trata de una argumentación a título personal. Esto fue perfectamente identificado por la Santa Sede, a través de la Congregación de los Obispos, cuando en 1993 le pidió por carta surenuncia anticipada a Samuel Ruiz, pero el se negó, amenazando con la posibilidad de un cisma eclesiástico de más de treinta obispos en América Latina. Párrafo significativo de la carta firmada por el Cardenal Bernardin Gantin dice: “Por consiguiente se subraya la absoluta imposibilidad de parte de la Santa Sede, de consentir que en San Cristóbal de las Casas continúe una situación doctrinal y pastoral que se considera en abierto contraste con lo que exige la unidad de la Iglesia”. La realidad de la decadencia de la diócesis, se demuestra con el hecho de que en sólo 12 años, de 1993 a 2005, se hayan celebrado cinco Reuniones Interdicasteriales en Roma, para atender los problemas, sentando con ello un hito histórico en esta modalidad. Además le han enviado diversas cartas al Obispo sucesor de Samuel Ruiz, de las que tres se han hecho públicas, ofreciéndole las orientaciones, apoyos y ayudas necesarias para resolver la tragedia diocesana, sin que parezca hayan surtido efectos positivos hasta la fecha.

Son quizá dos documentos los que más claramente muestran la posición heterodoxa del proyecto samueliano, la pastoral titulada “En esta hora de Gracia”, del 6 de agosto de 1993, causante de la Primera Interdicasterial y el Manifiesto titulado “El Grito de Riobamba”, fechado el 30 de agosto de 1998. Entre las instituciones generadas por la evidente heterodoxia están la “implantación” de dos modelos de “iglesia autóctona”: uno en Ocosingo, ejecutado por los dominicos y el otro en Bachajón, operado por los jesuitas, que compiten en eficacia demoledora.

Otro signo muy claro de la agresiva disidencia ocurrió en enero de 1999, cuando después de conocer la respuesta de Juan Pablo II a los reporteros que lo acompañaban en el vuelo a México, para entregar a los pies de la Virgen de Guadalupe la Exhortación Apostólica “Ecclesia in América”, fruto del Sínodo Extraordinario para América, el Papa afirmó: “Hoy se piensa mucho en sustituir la teología de la liberación por la teología indígena, que sería otra versión del marxismo”. Samuel Ruiz y sus corifeos citaron a una conferencia de prensa para “aclarar” que “por razones de estática en el vuelo no se entendió bien, en realidad lo dicho fue: Sustituir la teología de la liberación por la teología indigenista sería una mala traducción del marxismo” (sic).

Durante los variados actos fúnebres han caído una avalancha de comentarios, declaraciones y escritos que colocan al difunto obispo Samuel Ruiz, en la máxima exaltación de los paganos globalifóbicos y altermundistas quienes desde hace unos años promueven que “otro mundo es posible” y han añadido por voz de los disidentes y renegados, que “otra iglesia es posible”, haciendo referencia a la “iglesia autóctona” por ellos anhelada. Efectivamente es “otra” distinta a la “Santa Iglesia, Católica, Apostólica y Romana”, cuya cabeza visible en el Primado de Pedro, hoy es Benedicto XVI.

31ENE11 RS367

22 de enero de 2011

CALDERÓN PIDE DAR BUENA IMAGEN

Excélsior, 22 enero 2011.


Ivonne Melgar


El Presidente Calderón pidió hablar de las cosas buenas que ocurren en el país, porque "a fuerza de puras malas, malas, malas estamos haciendo un efecto de demolición del ánimo nacional".


En Ixtapan de la Sal, el mandatario aseguró que esto afecta la economía del país. Prueba de ello es que 70% de los mexicanos cree que seguimos en crisis, dijo.


"Yo no digo que se oculte lo malo, sino que se hable equilibradamente", pidió.


http://www.excelsior.com.mx/index.php?m=nota&id_nota=706697

6 de enero de 2011

PIDE SRE RECUPERAR IMAGEN DE MÉXICO


La 22 Reunión de Embajadores y Cónsules contará con la participación de funcionarios del Gabinete de Seguridad

Fuente: Ariadna García, Reforma, 6 enero 2011.

Ciudad de México  (6 enero 2011).- La Secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa, pidió al cuerpo diplomático de México acreditado en el exterior velar porque la imagen del País se recupere frente al mundo.

Al inaugurar la 22 Reunión de Embajadores y Cónsules, la Canciller les pidió hablar de la nación con la realidad que le corresponde.

Debe existir, dijo, una mayor difusión y comunicación sobre lo que pasa en nuestro País y las acciones que se están tomando.

La confidencialidad de la información es importante, añadió, pero los tiempos han cambiado y ahora debe conocerse lo que se hace.

"Ello conlleva nuevos deberes, entre estos una mayor apertura y transparencia y también nuevas tareas, pues hoy más que nunca parece cierta la sentencia filosófica de que ser es ser percibido. Lo que se hace y no se comunica no existe para la sociedad", señaló.

Espinosa detalló que México es una nación que enfrenta problemas de pobreza, desigualdad, delincuencia y rezago educativo, pero, apuntó, estos deben ser vistos como retos que hay que enfrentar.

El acto se realiza en la sede de la SRE a puerta cerrada y contará con la participación de distintos secretarios de Estado, particularmente los del Gabinete de Seguridad, así como legisladores y académicos.