9 de enero de 2014

Redes Sociales dañan imagen de los poderosos. El poder la opinión pública

Por Jaime Duarte Mtz.,
Socio Director de SIGNUMS

Jean-Jaques Rousseau consideraba en el siglo XVIII que los hombres se regían por tres tipos de "Leyes": Ley Positiva, Ley Divina y Ley de la Opinión Pública.

Con este referente, en los últimos años hemos visto cómo en los últimos años las llamadas "redes sociales" -con un crecimiento exponencial gracias a la tecnología de tabletas y smartphones, principalmente entre la juventud- han influido de manera importante como medio de presión y regulador de la conducta pública de distintas figuras políticas, deportivas y artísticas.

Así, por ejemplo, quién no recuerda el caso (con el hashtag) de la llamada #LadyPROFECO (que propició la destitución de su papá titular de la Procuraduría Federal del Consumidor, Humberto Benítez Treviño); o bien, la #LadySenadora del PRD (Luz María Beristáin quien luego fue captada durmiendo en el pleno), y otros escándalos generados por los lujos de los hijos -"mireyyes" o "mireynas"- de Romero Deschamps y Andrés Granier, líder del Sindicato de PEMEX y del ex gobernador de Tabasco, Andrés Granier, respectivamente.

Otro motivo de crítica digital lo protagonizó el año pasado la Presidenta del DIF de Jalisco,   Lorena Jassibe, luego de aparecer en los diarios con niños indígenas de una comunidad de Mezquitic, quienes mostraban en una fotografía dulces y comida chatarra regalaos por la esposa del gobernador. Así, se ganó el mote de #LadyPulparindo.

Y la crítica mordaz en Internet no acaba: Ninel Conde (al confundir un tsunami con un surimi), Enrique Peña Nieto (al errar gravemente en la Feria Intrnacional de Libro en Guadalajara por no saber los tres libros más importantes en su vida), el Rey Juan Carlos de España (al posar para foto delante de elefante muerto en cacería), etc.

A fines del 2013 causó la furia de los internautas la fotografía del gobernador de Chiapas, Manuel Velasco -tras su Primer Informe de Gobierno- por el supuesto derroche de recursos públicos dada su extendida difusión en el Distrito Federal a través de la portada de la revista Cambio. (El PAN estimó más de 110 millones de pesos erogados en su publicidad y promoción de su "imagen").

Pero el repudio continúa y va en ascenso. Hoy, apenas iniciando el 2014, ya se han convertido en trending topic en Twitter los casos del gobernador de Guanajuato, Miguel Marquez, por obsequiar un balón a un niño en silla de ruedas; la cantante y actriz Lucero, por aparecer con su novio Michel Kuri junto a una cabra montés y un rifle, y Marco Fabián, refuerzo del Cruz Azul y seleccionado nacional, tras las fotografías que circularon de su "escapada" (fiesta nocturna). 

La imagen pública, como la percepción que comparte un público acerca de una marca, empresa, persona, institución o país, juega un papel relevante en la construcción o destrucción de la reputación. Y la opinión pública juzgará -generalmente de forma negativa- cualquier tipo de mensaje de los poderosos que interprete, le comunique o le signifique insensibilidad, prepotencia y autoritarismo. ¡Es un "deporte nacional"!

Así es, justo o injusto, verdadero o falso, cualquier mensaje verbal y no verbal derivado de la actuación de la figura pública está en el ojo del ciudadano, quien ahora cuenta con herramientas electrónicas, medios propios, que le otorgan el "poder" de opinar y decidir libremente como nunca antes lo hacía. 

La sentencia de Rousseau sigue vigente: Cuando la clase política o los privilegiados de nuestro actual sistema violan la ley, se conducen con total impunidad y hasta se pasan por el "arco del triunfo" los Mandamientos de Dios, entonces la opinión pública vía Facebook, Twitter o Youtube entran en acción para repudiar su actuación.

Un consejo: Condúzcase de forma ética, desarrolle su carisma, sea congruente con los valores socialmente aceptables y contrate a un experto en la gestión de su marca e imagen personal y nunca padecerá el calvario por el que sí pasan -afortunadamente- los poderosos. 

Nosotros le ayudamos a posicionar su mensaje de manera eficaz y a fortalecer su imagen y reputación pública.

Twitter: @JaimeDuarte