4 de julio de 2016

Grave crisis de imagen de Peña Nieto. ¿Adiós del PRI a Los Pinos en 2018?

Por Jaime Duarte Mtz.
Socio Director de SIGNUMS Imagen y Reputación 
www.jaimeduarte.com.mx

Viven el Presidente de la República y el Revolucionario Institucional fuerte crisis imagológica y electoral que amenaza su continuidad en el Poder

En los últimos dos años hemos sido testigos de terribles errores de comunicación política en Los Pinos a raíz de los sonados casos de Ayotzinapa, la "casa blanca" (OHL) y la propia lucha contra el crimen organizado. ¿Recuerdan la fuga de "el Chapo" también? Aunque se recapturó al líder del cártel de Sinaloa la opinión pública juzgó duramente este "escape".


Así, al corte del mes de diciembre del año 2014, GEA-ISA registró que sólo el 41% de la población aprobaba la gestión presidencial, contra 52% que la desaprobaba. Y actualmente, al cierre del mes de junio de 2016, la percepción del mandatario se ha deteriorado aún más, de forma escandalosa: 

La encuesta El Universal / Buendía&Laredo publicada hoy en la primera plana señala que el presidente Enrique Peña Nieto registra 63% de desaprobación de su trabajo, frente a un 29% de aprobación. Si revisamos las cifras de dicho estudio demoscópico, la tendencia de rechazo a su gobierno sigue al alza. Dicho de otro modo, la imagen política del mandatario va en caída libre ¡a la mitad de su sexenio!

Los desastrosos resultados electorales del tricolor de hace un mes (domingo 5 de junio) en doce estados de la República son un reflejo de lo anterior: perdió 7 de 12 estados del País (confiaba en conservar al menos 9 entidades) y su "poderoso" líder Beltrones renunció.

Los siguientes sucesos dan cuenta del creciente hartazgo social (con nuevos actores en la escena política nacional):


- Iniciativa presidencial del “gaymonio” genera manifestaciones de repudio por padres de familia en varias ciudades del País
- El CCE sacó los dientes al Ejecutivo ante mocha “Ley 3 de 3”. Anunció que irá con el PAN en septiembre para reformar leyes hacendarías
- Aumentos a la gasolina y a la electricidad 
- Subida del dólar (con y sin el Brexit)
- Estimación (recortada) de crecimiento del PIB a 2.4%
- Absurdas “nuevas” disposición de verificación oficial de vehículos; ¿quién las entiende?
- "Proyecto faraónico" del INE ("Ine-landia") con un gasto de más de mil cien millones de pesos. ¿En qué planeta viven?
- Gobernadores corruptos que se han enriquecido
- Amenaza latente de “revolución” (provocada o artificial) impulsada por la CNTE en Oaxaca y Chiapas para desestabilizar al gobierno actual. ¿Habrá salida pacífica?
- Más de 170 mil abortos
- Más de 164 mil civiles asesinados por la violencia (de acuerdo con el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos)
- Corrupción general, inseguridad e impunidad campantes que ya sufríamos...

El conflicto magisterial es gravísimo y puede escalar a una insurrección armada en México (dada la presencia de organizaciones guerrilleras, crimen organizado e intereses del narcotráfico). Su objetivo: desestabilizar al gobierno actual al propiciar un estallido social y preparar la mesa a un "mesías" como pacificador: ¿López Obrador? ¿Osorio Chong? Dependerá del saldo blanco o rojo que deje el choque con la Justicia y las fuerzas del orden.


La pregunta obvia es ¿logrará revertir el Presidente la percepción negativa de los mexicanos? O bien, ¿conseguirá 1. recuperar la confianza de inversionistas, maestros, padres de familia, jerarcas, empresarios, comunicadores, correligionarios, ciudadanos, etc. en él y en su gobierno; 2. dar buenos resultados en el resto de su gestión que den piso firme a la sucesión, y 3. coloque a su "alfil" priísta que conserve el poder en 2018 ante semejante contexto político? ¿Podrá hacerlo en menos de tres años?


Si alguien tiene la respuesta a esta encrucijada, diríjase a la residencia oficial de Los Pinos pronto, o al CEN del tricolor, pero tenga muy claro lo siguiente: tendrá primero que lidiar con un cuerpo de asesores presidencial celoso y muy terco, con varios secretarios de Estado que ya quieren renunciar y sobre todo con un hombre arrogante con la banda presidencial que empieza a quedarse "solo" y a perder su liderazgo (si es que algún día lo tuvo). ¡No acaban de entender ni aceptar la difícil realidad actual!


Si observamos la historia de los sexenios presidenciales en México existe un patrón muy marcado: el tercer año de gobierno comienza el declive de la figura presidencial: fisuras en el grupo en el poder y rupturas en el gabinete, preparación del sucesor y medios de comunicación volcados seis meses en la campaña presidencial.


Yo personalmente considero: el otrora símbolo del Poder Ejecutivo, actualmente en la persona del Lic. Peña Nieto, ya inició su final de sexenio (antes del plazo constitucional fijado). Parece que le quedó grande el paquete a quien muchos creyeron en 2012 que se erigiría como el más grande estadista de México.


¿Usted qué piensa?


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@JaimeDuarte